Pero este tema pasará a la historia personal mía por haberme hecho sentir orgulloso de mi edad y de mi historia, por simplificar mi pesonaje de un borrachín malcriado a un borrachín gracioso, de joven sin esperanzas, a hombre con sentido del humor, de guitarrero de esquinas a Rolling Stone.
No es cuestión de que una simple canción me cambie la vida, solo que necesitaba que me encaren al respecto, y le presté mucha atención a la letra y a la forma, como en un viejo bar a medianoche cuando aún no has perdido la conciencia totalmente, y quieres una más. Y funcionó.
Hasta del viejo incidente de Oruro habla... bueno, para mi, y lo hará inovidable (por lo absurdo) y ahora le veo el lado gracioso a las cosas, aunque no pierden nunca su lado dramático (Y sin embargo... que duro suena ahora).
Hice trampas al póker, defraudé a mis amigos,
sobre el banco de un parque dormí como un lirón;
por decir lo que pienso sin pensar lo que digo
más de un beso me dieron (y más de un bofetón).
Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna,
lo que sé del pecado lo tuve que buscar
como un ladrón debajo de la falda de alguna
de cuyo nombre ahora no me quiero acordar.
Así que, de momento, nada de adiós muchachos,
me duermo en los entierros de mi generación;
cada noche me invento, todavía me emborracho;
tan joven y tan viejo, like a rolling stone.
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