Y si no las hay, siempre hay un buen disco viejo para escuchar.
Y para empezar a despedirse hasta la próxima vez.
Cuerdas con ropa cuelgan del cuerpo abierto de las guitarras rotas.
En el medio: medianeras, aire y luz, respiración visual.
Es tan fácil respirar sobre la caja de resonancia, de la ciudad.
Es tan fácil respirar sobre tu caja de resonancia.
Guitarras rotas.
Llenas de cansados acordes.
Burlan el orden y en un derroche inundan la noche con música rota.
Respiremos con el pulmón de tu manzana.
Con el descanso que cada mañana regala.
Es tan fácil respirar sobre tu caja.
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