Pero te voy a seguir llevando dentro, pues temo molestar y debo evitarlo, debo asumir lo que voy a ver, y debo pensar que lo que importa es el resultado y no el método, y además, faltan mucho para los 1000 días, o quien sabe, un poco más que eso.
Ella debe estar tan linda...
Te extraño. Y te recuerdo siempre.
Estamos ciegos de ver
cansados de tanto andar
estamos hartos de huir
en la ciudad.
Nunca tendremos raíz
nunca tendremos hogar
y sin embargo, ya vés,
somos de acá.
Vibramos como las campanas
como iglesias que se acercan desde el sur
como vestidos negros que se quieren desvestir.
Yo siempre te he llevado
bajo mi bufanda azul
por las calles como Cristo a la cruz.
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