Precisamente estos días que he estado minando los puentes del pasado de todas las formas posibles (sin causar revuelo y con la mayor prudencia) me vienen a la memoria los recuerdos del amor recién nacido.
Ahora que todo está cerrado, guardado y en proceso de hibernación, recuerdo con muchisimo afecto mi propia inocencia y la pasión que se siente, y la extraño, me acurruco en el frío, pienso con calma, trato de vencer mis egoísmos y recuerdo con alegría y algunas lágrimas de vez en cuando.
Ahi vino Pedro esta mañana, para que me anime a seguir por el camino que estoy iniciando, porque enamorarse es hermoso, y habría que hacerlo al menos una vez más.
Cuando no tenía nada deseé
Cuando todo era ausencia esperé
Cuando tuve frío temblé
Cuando tuve coraje llamé
Cuando llegó carta la abrí
Cuando escuché a Prince bailé
Cuando el ojo brilló entendí
Cuando me crecieron alas volé
Cuando me llamó allá fui
Cuando me di cuenta estaba ahí
Cuando te encontré me perdí
En cuanto te vi me enamoré
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