2008-12-17

La colina de la vida - León Gieco


Los personajes no se han ido. Solo esperan su turno para recobrar cuerpo y forma y representarme de nuevo.
Nunca se fue y sigue allí quien no sabe olvidar, sentada y esperando que las cosas sean exactamente como eran antes. Las caras, las reacciones, los sentimientos. Las intenciones.
Y resulta que no es lo mismo ni será igual, y quien sabe lo parecido se pondrá amargo, y terminará perdiendo el tiempo y quemando sus ilusiones. Mejor si sigue esperando y que nunca llegue el día de la comparación.
Seguro va a ser una desilusión.
Casi, casi nada me resulta pasajero,
todo prende de mis sueños
y se acopla en mi espalda y así subo,
muy tranquilo la colina de la vida.

Nunca me creo en la cima o en la gloria,
ése es un gran fantasma
creado por generaciones pasadas.
Atascado en el camino de la vida.

La realidad duerme sola en un entierro,
y camina triste por el sueño del más bueno.
La realidad baila sola en la mentira
y en un bolsillo tiene amor y alegría,
un Dios de fantasía, la guerra y la poesí-a.

Tengo de todo para ver y creer,
por obviar y no creer,
y muchas veces me encuentro solitario
llorando en el umbral de la vida.

Busco hacer pie en el mundo al revés,
busco algún buen amigo
para que me atrape algún día
temiendo hallarla muerta a la vida.

La realidad...

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